Juan Eder mira su teléfono celular con atención: “En este momento estamos cosechando maíz húmedo para el tambo a 10 kilómetros por hora. Desde acá miro cuánto rinde, si la máquina va trabajando bien, cuántas revoluciones lleva, con qué humedad sale, cuántas toneladas por hora se hacen...”, relata mientras monitorea a distancia, a través de TELEMATICS, el desempeño de su cosechadora TUCANO.
Eder es tambero y productor mixto. Tiene unas 1300 vacas en ordeñe repartidas en tres tambos y 4500 hectáreas productivas en los partidos de Florentino Ameghino y General Villegas, en la provincia de Buenos Aires. “La ventaja de tener la maquinaria propia va más allá de lo económico. Se trata de un tema logístico que, por supuesto, redunda en la eficiencia del negocio. Nos permite hacer las labores cuando es necesario hacerlas“, dice y se confieza fanático de CLAAS.
Además de una TUCANO, Eder también tiene una picadora JAGUAR. “Gran parte de la soja que producimos va a expeller para los animales o harina de soja. En tanto, la mitad de la producción de maíz se destina a grano húmedo partido y grano partido seco para los novillos, mientras que el resto se utiliza como maíz picado para reserva forrajera”, explica.
Para todas esas labores, el establecimiento posee un equipo de maquinaria propia integrado por sembradoras, fumigadoras, camiones para transporte. Para el picado y la cosecha, el productor viene confiando en CLAAS desde hace más de una década. “Realmente hemos tenido muchas satisfacciones con la marca y estamos muy contentos. Si comparo la productividad que teníamos antes con la que desarrollamos actualmente, representa un cambio terrible”, se sincera.