Hacía casi una década que trabajaban como contratistas de cosecha cuando, en 2006, decidieron emprender “la odisea del forraje” y construyeron Futuro Ganadero. “Desde el inicio, más por intuición que por conocimiento, creímos fundamental adquirir máquinas de primera calidad para darnos, y darle al cliente, la tranquilidad como principal valor del servicio”, cuenta Lionel Arese, socio de la empresa radicada en Tandil, provincia de Buenos Aires.
Para Arese el mayor impulso lo generan, quizás hasta de forma involuntaria, esos clientes que “siempre piden más”. Fue un viaje a Estados Unidos organizado por la Cámara Argentina de Contratistas Forrajeros el que les hizo levantar la mirada y ver un horizonte más amplio sobre el negocio: “Entendimos que necesitábamos salir del cortoplacismo y honrar nuestra actividad, nos dimos cuenta de que el manejo de los equipos de trabajo y la incorporación de tecnología nos iban a marcar la diferencia, incluso hasta cuando el contexto se pone más difícil”.
Basados en esa intuición inicial y en el hecho comprobable de que CLAAS es líder a nivel mundial en picadoras, “nuestra primera adquisición fue una JAGUAR 860. Hicimos todo un análisis previo de la compra y, a pesar de que todavía desconocíamos el rubro, sabíamos que esa era la máquina que debíamos tener. Y terminó siendo la base de nuestra empresa. La vendimos en 2014”, relata.
Para entonces, el staff de máquinas ya estaba compuesto por cuatro CLAAS, a las que, en los últimos seis años, se sumaron dos nuevas JAGUAR 950. Hoy, ese plantel versátil de seis máquinas equipadas con toda la tecnología les marca la diferencia y les permite trabajar con productores de 5 o 10 hectáreas y hasta de 3.000.